lunes, 23 de mayo de 2011

BATALLA DE BREDA .

La batalla de Breda tuvo lugar en 1625, durante el transcurso de la Guerra de los Ochenta Años, que enfrentaba a los tercios españoles con las fuerzas de las Provincias Unidas de Holanda.Fue en la ciudad fortaleza de Breda, bajo el gobierno de Justino de Nassau, fue sitiada y finalmente conquistada por los ejércitos españoles bajo el mando de Ambrosio Spinola en 1625.La rendición de Breda fue una de las victorias más famosas de Spinola y de España, sirviendo como fuente de inspiración a varias obras artísticas.


Bajo las órdenes de Ambrosio Spinola, los españoles asediaron Breda en agosto de 1624, en contra de los deseos del rey Felipe IV. La ciudad estaba fuertemente fortificada y defendida por una guarnición de 14.000 soldados. Spinola rápidamente invirtió sus defensas en 18.000 hombres y lanzó un ataque contra el ejército holandés al mando de Mauricio de Nassau intentando cortar sus suministros y resistencia, mandando construir fosos, grandes fortificaciones y tuneles pero los vedreños se dieron cuenta de los túneles y empezaron a invadirlos construyendo tuneles, así que la mayoría quedaron inutilizables.Los defensores resistieron durante casi 11 meses con las demás influencias que quedaban. En febrero de 1625, una fuerza de 6.000 ingleses bajo el mando de Ernst von Mansfeld no consiguió aliviar a la ciudad.
Justin de Nassau se rindió en Breda en junio de 1625 después de un costoso asedio ,que dejo miles de muertos y mutilados tanto en los dos vandos.
El asedio de Breda fue la victoria más importante de Spinola y una de las últimas de España en la Guerra de los Ochenta Años .
Este asedio es más conocido por el tema del lienzo de Diego Velázquez de 1635, La rendición de Breda.

                                                    LA RENDICIÓN DE BREDA . 
La rendición de Breda o Las lanzas es un óleo sobre lienzo, pintado entre 1634 y 1635 por Diego Velázquez y que se conserva en el Museo del Prado de Madrid desde 1819 .
Las crónicas de la época cuentan que la defensa de Breda llegó a ser heroica, pero la guarnición tuvo que rendirse y levantar la bandera. Justino de Nassau capituló el día 5 de junio de 1625.  Fue una capitulación honrosa que el ejército español reconoció como tal, admirando en su enemigo la valentía de los asediados. Por estas razones permitió que la guarnición saliera formada en orden militar, con sus banderas al frente. Los generales españoles dieron la orden de que los vencidos fueran rigurosamente respetados y tratados con dignidad. Las crónicas cuentan también el momento en que el general español Spinola esperaba fuera de las fortificaciones al general holandés Nassau. La entrevista fue un acto de cortesía, el enemigo fue tratado con caballerosidad, sin humillación. Este es el momento histórico que eligió Velázquez para pintar su cuadro.
El cuadro se pintó (junto con otros doce) para la decoración del denominado Salón de Reinos del Palacio del Buen Retiro .
Para la serie de doce batallas, se convocó a Velázquez y a otros artistas, como Vicente Carducho, Jusepe Leonardo, Juan Bautista Maíno y Antonio de Pereda. Los dos últimos fueron, junto con Velázquez, quienes realizaron los cuadros actualmente más valorados por los críticos. Exceptuando un cuadro que resultó destruido (uno de los dos que pintó Zurbarán), la serie se conserva en el Museo del Prado si bien no se exhibe junta.
Velázquez desarrolla el tema sin vanagloria ni sangre. Los dos protagonistas están en el centro de la escena y más parecen dialogar como amigos que como enemigos. Justino de Nassau aparece con las llaves de Breda en la mano y hace ademán de arrodillarse, lo cual es impedido por su contrincante que pone una mano sobre su hombro y le impide humillarse. En este sentido, es una ruptura con la tradicional representación del héroe militar, que solía representarse erguido sobre el derrotado, humillándolo. Igualmente se aleja del hieratismo que dominaban los cuadros de batallas.
Velázquez representa con realismo al general Spínola, al que conocía personalmente, pues habían viajado juntos a Italia en 1629. Un realismo semejante, y caracterización individual se aprecia en los rostros de los soldados, que están tratados como retratos.


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